“Hay una oferta de compra formal” y “una intención obligada de venta”, dijo el vicepresidente de Globovisión, Carlos Zuloaga, según una nota en la página web del canal.
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“Este proceso se concretará después de las elecciones presidenciales del 14 de abril”, reseñó Globovisión, añadiendo que en las próximas horas la televisora emitirá un comunicado expresando las razones de la venta.
Ricardo Antela, consultor jurídico de Globovisión, explicó en su cuenta en Twitter que la “oferta firme y formal” de comprar el canal “concedería mayoría a su propietario” y que los accionistas se vieron “forzados” a aceptarla.
“Circunstancias de acoso político, legal y económico hicieron ‘inviable’ a Globovisión y forzaron esta venta para intentar revertirlo”, escribió Antela.
La junta directiva se reunió este mismo lunes con los empleados para explicarles la situación del canal, que sería vendido al empresario Juan Domingo Cordero, accionista en una empresa de seguros.
El 80% de Globovisión está en manos de dos familias, una de ellas la Zuloaga, y es la parte que está siendo vendida. El otro 20% de la televisora fue confiscado por el gobierno hace tres años a su propietario, que sostiene demandas contra el Estado para intentar recuperarlo.
Globovisión, que tiene varias sanciones administrativas y ha sido amenazada de cierre por el gobierno, mantuvo siempre una línea editorial dura contra el gobierno del recién fallecido presidente Hugo Chávez.
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Los responsables del canal han asegurado que son objeto de una persecución política debido a su línea editorial. Sin embargo, el gobierno venezolano asegura que estas acciones responden a razones estrictamente legales.
Tanto un periodista empleado en el canal, consultado por AFP, como el presentador del programa de la tarde “Aló Ciudadano”, Leopoldo Castillo, explicaron que la directiva busca con la venta mantener a flote el canal y, en principio, no habría un cambio muy marcado en su línea editorial.
