La normativa comenzó a regir pasada la medianoche de este viernes, tras la aprobación de la iniciativa en el Congreso el 3 de enero pasado, e incluyó el inmediato recorrido por bares y restaurantes de Santiago por parte de unos 250 inspectores.
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Una sanción de unos 170 dólares será aplicada desde ahora a quien sea sorprendido fumando en el interior de un recinto público cerrado, como también al dueño del local, que podrá ser clausurado en caso de persistencia.
La normativa establece la prohibición de fumar en espacios cerrados como restaurantes, bares y discotecas, salvo en espacios al aire libre como patios y terrazas siempre que no sean techadas. En recintos deportivos, como estadios de fútbol, se pueden habilitar áreas segregadas para fumadores.
La nueva ley prohíbe además los aditivos en los cigarrillos que generan adicción, restringe su publicidad en la televisión en horario de protección a menores y aumenta la información pública acerca de los daños que provoca el tabaco. También exige a las compañías tabacaleras informes anuales al Ministerio de Salud sobre las donaciones efectuadas.
“Sabiendo que hay personas que están a favor y en contra, como presidente de Chile nunca he tenido más convicción de que estamos haciendo lo correcto”, dijo este viernes el presidente chileno Sebastián Piñera, en la ceremonia de lanzamiento del nuevo marco legal.
Según Piñera, la legislación tiene tres objetivos: “proteger a los no fumadores, a los niños evitando la publicidad en horario apto para ellos e informar a los fumadores para que vean el daño que se están provocando”.
La nueva ley modificó una legislación aprobada en 2005, para asimilar la norma a las aprobadas ya en países como Argentina, Uruguay y España.
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Hasta este viernes, se permitía en Chile fumar en ambientes cerrados en los que no se autorizaba el ingreso a menores de edad o en espacios segregados para fumadores dentro de bares o restaurantes. Todavía se permite fumar en calles o parques. Las adolescentes más fumadoras Los principales críticos de la normativa son las asociaciones gastronómicas, que estiman que el nuevo marco legal podría hacer bajar sus ventas.
Pero expertos descartan estos efectos. Lidia Amarales, de la Fundación Chile Libre de Tabaco, aseguró que “ni los estudios nacionales ni la evidencia internacional demuestran que este tipo de normativas impacten negativamente en la afluencia de público a restaurantes, bares y discotecas. Así sucedió en Uruguay, España, Canadá y otros países donde se han aplicado normativas similares”.
La normativa busca atacar uno de los principales problemas de salud pública de Chile: todas las enfermedades derivadas del tabaquismo, junto con el elevado consumo de precoz de tabaco, sobre todo por parte de las adolescentes chilenas, las más fumadoras del planeta, de acuerdo a estudios internacionales.
El último Atlas Mundial del Tabaco, elaborado por la Fundación Mundial del Pulmón y la Sociedad Americana contra el Cáncer, reveló que el 39,9% de las niñas chilenas, entre 13 y 15 años, fuman regularmente, la cifra más alta de la medición de 2012.
El porcentaje casi dobla a la de otros países de alta incidencia en América Latina, como Argentina, con un 27,3%, y Uruguay, con un 22,5%.
Una legislación hasta ahora permisiva, junto a factores sociales, como el aprendizaje de padres a hijos y un desarraigo familiar que hace que los adolescentes pasen hoy en Chile mucho tiempo solos, explican de acuerdo a expertos la alta cifra de adolescentes fumadoras.
Hasta 2005, en Chile se permitía la venta de tabaco a menores de edad.
Ese mismo año se estableció también la segregación en restaurantes y bares de espacios para fumadores y no fumadores, que de acuerdo a estudios oficiales, resultó ineficiente para asegurar la limpieza de los espacios para no fumadores.
