Por Angelita Borrero
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Entre las más de 130 playas que hay en el litoral limeño, solo un municipio hace posible que las personas con discapacidad puedan tener un acceso total para disfrutar no solo del sol y la arena, sino también del mar.
Es el caso de Punta Negra en la playa Bikini, donde ayer jueves se inauguró una rampa que va desde el estacionamiento hasta la orilla del mar. Además, se habilitaron otros servicios, como baños aptos y zonas de esparcimiento con la ayuda del Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad (Conadis).
Miraflores, en la playa La Estrella, también ha abierto este verano un espacio especial para personas en silla de ruedas. En los próximos meses se ampliarán las obras para permitirles el acceso al mar.
Pero no solo las playas deberían ser accesibles, sino todos los espacios públicos. ‘La finalidad de la Ley Orgánica de Municipalidades es promover la adecuada prestación de los servicios públicos en igualdad de condiciones para todos los vecinos. Es función municipal la implementación de espacios de recreación, cultura y deporte, sobre todo para las personas mayores y con necesidades especiales’ recuerda Elizabeth Calle, directora de Normatividad del Conadis.
‘Esperamos que todos los municipios cuenten en sus planes a las personas con discapacidad, para que haya una política pública de implementación de servicios de inclusión. Muchas personas serán beneficiadas’, comenta Wilfredo Guzmán, presidente del Conadis.
La microempresaria Liliana Galindo, que se moviliza en silla de ruedas, comenta. ‘En la arena las llantas se hunden, por lo que antes solo podía estar en los malecones y no bajar a la playa. Tenía que ver a mis hijos desde allí porque ni mi esposo ni yo podíamos entrar’.