Encontramos a Steve Chati cerca del Centro Comunitario Cedar Grove, calentando su moto. Albañil de 43 años ha estado visitando este centro de socorro en New Dorp Beach, en Staten Island, desde que el huracán Sandy lo golpeó hace ya tres meses.
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‘Aún sentimos como si la tormenta hubiese sido ayer, todavía no podemos comenzar la reconstrucción’, explica Chati.
El huracán Sandy, que azotó el Caribe y parte de Norteamérica del 22 al 31 de octubre del año pasado, cobró más de 250 vidas. 34 de las 43 muertes se dieron en Nueva York y sucedieron en los distritos metropolitanos de Queens y Staten Island.
De alguna manera, ciertas personas consideran que Chati es un afortunado porque su casa no estuvo marcada por la demolición total y fue declarada segura para habitar.
De todos modos, él afirmó que los inspectores no vieron su sótano. Ahora está luchando contra el Gobierno y las compañías de seguros para que le reconozcan los daños y puedan ayudarlo a pagar para demoler y reconstruir su vivienda.
Actualmente, Chati tiene que alquilar un departamento en Nueva York, donde vive con su esposa, su hija de siete años y su suegra, esperando una respuesta del Gobierno.
‘Desde afuera, nuestra casa se ve bien’, le cuenta Chati a Publimetro. ‘Sin embargo, en el interior, se están deteriorando todas las vigas principales y el avance del moho es incontenible’.
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Donna Graziano, de 41 años, quien trabaja en el Centro Comunitario Cedar Grove que ayuda a los damnificados, explica que hay graves problemas en la evaluación de daños hecha por el Gobierno y las aseguradoras. Por ejemplo, conoce el caso de una pareja de ancianos que recibió el visto bueno para el reingreso a su casa, pese a que todas las entradas estaban bloqueadas.
La hija de esa pareja ahora lucha para conseguir que se inspeccione su hogar de nuevo. ‘Pero si el fallo les sale en contra, deberán pagar más de US$30 mil para reconstruir su casa’, cuenta Graziano.
Tim Chin, también de Cedar Grove, señaló que a 100 días de la tragedia, algunas familias aún viven sin energía eléctrica y no pueden contar siquiera con calefacción.