La comida picante. Si bien comer picante produce inicialmente un efecto agresivo al organismo, este acaba generando placer a nuestro cuerpo. Ante el picante, nuestro organismo produce opioides, sustancias con efectos similiares a los opiáceos. Estos no solo alivian el dolor, sino que también generan placer en nuestro cuerpo. El efecto es tan marcado que incluso se puede desarrollar adicción a la comida picante.
Mariscos y otras comidas marinas. Diversos experimentos han encontrado que ciertos componentes presentes en productos marinos como el omega 6 y el omega 9 se traducen en bienestar para sus consumidores. Sin embargo, si se comen en exceso o en mal estado, estos alimentos pueden tener un efecto nocivo. Si le aumentas ají, el efecto puede ser hasta psicoactivo.