Con temperaturas que se sentían próximas a los -30°C, la red eléctrica está sobrecargada y el consumo de energía bate todos los récords, de acuerdo con la empresa pública Hydro-Québec.
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El máximo histórico se alcanzó la noche del miércoles con un consumo acumulado de 39.620 megavatios, dijo un portavoz de la compañía, Louis Olivier Batty. Como resultado de ello, algunas partes de la red se sobrecargaron y disyuntores automáticos cortaron el suministro eléctrico a miles de clientes.
Fueron 20.000 hogares en la hora pico de la mañana del jueves, pero el número se redujo a 4.800 en la tarde. Tres de cada cuatro quebequenses logran calefaccionarse a base de electricidad, de modo que la rápida restauración de la potencia era muy importante para ellos.
El frío también afectó a los automovilistas, a menudo víctimas de una batería descargada. La rama quebequense de la Asociación Automovilística de Canadá (CAA) dijo el miércoles haber recibido más de 11.500 llamadas de emergencia, cinco veces más de lo habitual.
Tres de cada cuatro llamadas por un problema de arranque de motor suele resolverse en cinco minutos con una caja de refuerzo de voltaje conectada a la batería, dijo el portavoz de la CAA-Quebec, Cédric Essiminy.
Pese a ello, en los muelles del Viejo Puerto de Montreal, el festival Igloofest de música electrónica, atrae a cientos de jóvenes que hicieron frente a las inclemencias del tiempo para bailar al aire libre en medio de rayos multicolores de luz.
También el Igloofest se está preparando para batir un récord el fin de semana, al recibir los días más fríos desde su primera edición en 2007.