En una serie de videos de YouTube , se ve a hombres jóvenes autodenominados Patrulla Musulmana ‘implementando el Islam’ de noche, cerca a una mezquita local. Un video muestra a los vigilantes obligando a un hombre a vaciar una lata de cerveza por el desagüe. Otro video muestra a estas personas amenazando a un hombre señalado como homosexual, diciendo:“Esto es una zona musulmana… usted necesita salir de aquí maldito maricón”.
PUBLICIDAD
La Policía ha respondido aumentando sus patrullas pero subrayó que esto no se ha “producido con regularidad”. Sin embargo, los musulmanes conservadores trataron de establecer una “zona Sharia controlada” en el vecino distrito de Waltham Forest en 2011, prohibiendo la música, el alcohol, los juegos de azar y la prostitución.
La Mezquita del Este de Londres se ha distanciado de los videos, indicando: “Estas acciones son totalmente inaceptables y claramente diseñadas para avivar las tensiones y sembrar la discordia…Las acciones de esta minoría no tienen lugar en nuestra fe, ni en nuestras calles”.
El área tiene una gran población musulmana, pero también es un centro de vida nocturna de moda en el Este de Londres. Un estudiante local, Nigel Jackson, quien vive cerca de la Mezquita, le dijo a METRO “como un residente de Whitechapel y hombre gay, he sentido mucho miedo de caminar por mi zona en los últimos meses. Yo oigo historias horripilantes y veo muchos graffitis y anuncios ofensivos. La policía necesita tomar en serio estas amenazas”.
Sin embargo las patrullas continuarán, según el clérigo islámico Anjem Choudary, quien ha liderado esfuerzos para establecer zonas Sharia “Yo estoy complacido de que jóvenes musulmanes estén abordando temas como el licor en las calles y prostitución, algo con lo que la policía debe hacerle frente”, señaló a METRO. “Nosotros necesitamos direccionar las masas y usar palabras contundentes y estas patrullas necesitan ser mucho más frecuentes y deben ser más dispersas a través de Londres”.
Pero la campaña es “monstruosa”, según la experta en multiculturalismo y profesora de London School of Economics, Anne Phillips. “No hay ninguna posibilidad de que esto tenga algún apoyo de la autoridad local o de la población musulmana local, por lo que no va a llegar muy lejos”, dijo.
