Japón se encuentra en un momento difícil por el estancamiento de su economía. El gobierno de Shinzo Abe ha lanzado un agresivo plan de austeridad, pero que el ministro de Finanzas, Taro Aso, llevó al extremo al pedir a los ancianos del país “se den prisa de morir”, publicó El Mundo.
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Las declaraciones provocaron indignación en un país donde el respeto a los mayores es cultural, además de que casi una cuarta parte de sus 128 millones de habitantes son mayores de 60 años. Se estima que en los próximos años aumente hasta un 40%.
“Dios no quiera que ustedes se vean obligados a vivir cuando quieran morir. Yo me despertaría sintiéndome mal sabiendo que (todo el tratamiento) está pagado por el gobierno”, dijo Aso, durante una reunión del Consejo Nacional sobre la reforma de la Seguridad Social.
Y agregó: “el problema no se resolverá a menos que ustedes se den prisa en morir”.
Taro Aso, de 72 años, dijo que está en contra de los cuidados paliativos. Incluso, aseguró, que escribió una nota a sus familiares para que no prolonguen su vida con tratamientos médicos. Pero sus declaraciones fueron más allá.
Se refirió a los ancianos que ya no pueden alimentarse por sí mismos como “gente de tubo”.