Hugo Chávez Frías ayer no se posesionó como presidente reelecto de Venezuela, pero sí lo hicieron miles de venezolanos que salieron a las calles a defender a su líder, por quien votaron en las pasadas elecciones de octubre.
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Llegaron muy temprano en la mañana a la céntrica Plaza Bolívar, en Caracas, para respaldar el trono sagrado que ha ocupado el adalid socialista durante 14 años consecutivos.??Y es que es innegable la pasión que provoca el militar retirado que se encuentra batallando un cáncer en La Habana.
La marea roja no solo desbordó decenas de calles en Caracas, lo hizo en todo el país. Bajo los gritos “todos nosotros somos Chávez”, los venezolanos (ancianos, adultos y niños) cantaban y coloreaban el país de un rojo intenso. ??Las consignas de los eufóricos chavistas, exclamadas a todo pulmón, eran bastantes creativas: ‘con Chávez y Maduro, el pueblo está seguro’; ‘Uh, ah, Chávez no se va!’. Cada dos cuadras del centro de Caracas se colocaron tarimas y pantallas gigantes donde la multitud esperaba oír a otros líderes del partido.
Al pie del Palacio Miraflores (sede del Gobierno), sobre una plataforma gigante y vestido de banderas tricolor, apareció el Vicepresidente y Canciller Nicolás Maduro rodeado del gabinete ministerial venezolano y de representantes y delegaciones de 22 países del continente, y de las Islas del Caribe que llegaron a respaldar la continuidad del mandato del “huracán” bolivariano. ??Junto al canciller venezolano estaban otros líderes socialistas como el ex guerrillero José Mujica, Presidente de Uruguay; Evo Morales, Presidente de Bolivia; Daniel Ortega, Presidente de Nicaragua; todos mostrándose leales a Chávez y esperanzados en que se recupere pronto para seguir encabezando el gobierno.
Los discursos de los líderes de América eran interrumpidos por los aplausos y gritos de algarabía de las personas que miraban las piruetas de los aviones de guerra del Ejército Nacional Bolivariano que llenaban el cielo caraqueño.
Las banderas de ocho estrellas flameaban con la brisa caribeña. Con gorros y sombrillas la gente paleaba los efectos del radiante sol que les acompañó durante todo el día.??De la oposición nadie apareció. Era un día solo para los “rojos”. El líder de la oposición ha había declarado el día anterior que no llamaría al pueblo a salir a las calles para enfrentarse entre si.