La quema de objetos en desuso, como llantas y plásticos, en las celebraciones de Año Nuevo genera gases altamente tóxicos que se acumulan en el organismo y producen cáncer a largo plazo, advirtieron hoy especialistas de la Dirección General de Salud Ambiental.
PUBLICIDAD
Elmer Quichiz, director ejecutivo de Ecología y Protección Ambiental de Digesa, explicó que de la combustión de estos productos desechables emanan la dioxina y el furano, gases que ingresan por las vías respiratorias y la piel de las personas que se encuentren en los alrededores.
‘Al ingresar al organismo, estos gases se acumulan básicamente en el tejido graso. Su efecto no es inmediato, sino por acumulación. Si la persona quema residuos sólidos como estos durante años, es muy probable que desarrolle cáncer en alguna parte de su cuerpo’, manifestó.
El especialista advirtió que estos gases, al ser llevados por el viento, también se depositan sobre los alimentos, abriéndose así otra forma de contaminación.
Quichiz Romero sostuvo que estos gases nocivos solo pueden eliminarse sometiéndolos a temperaturas superiores a 1,000 grados Celsius, por lo que es muy difícil evitar su impacto en el organismo cuando se liberan al medioambiente.
El especialista recordó que debido a la alta peligrosidad de estos gases y de otros generados por la quema de residuos sólidos inorgánicos y orgánicos, en el 2009 se modificó el Código Penal para incorporar sanciones por daños al medioambiente.
Recordó que dicha norma establece penas de hasta cinco años de prisión para quienes provoquen emisiones de gases tóxicos que contaminen la atmósfera y pongan en riesgo la salud pública.
En ese sentido, Quichiz instó a los gobiernos locales a contribuir a la prevención de este daño ambiental y a la salud con campañas informativas que adviertan el riesgo de quemar, sobre todo en Año Nuevo, objetos cuya combustión emane gases tóxicos, así como las sanciones penales para los responsables.