En el último mes del año todo se multiplica en grandes cantidades: regalos, tráfico , consumo, comida, visitas familiares, tradiciones… Navidad y Año Nuevo , según los antropólogos, son las dos celebraciones más universales que existen en el mundo, pero cada continente lo celebra con sus particularidades.
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Publimetro reunió a los ocho países de América Latina donde tiene presencia para saber cómo se celebran las fiestas de fin de año en Chile, México, Ecuador, Brasil, Colombia, Puerto Rico, Guatemala y Perú.
‘Se trata del momento del año en el que, por influencia de los españoles y las costumbres preshispánicas de nuestros pueblos, todo se mezcla y da origen a una festividad familiar’, dice el historiador guatemalteco Aníbal Chajón.
Mientras que en los países latinoamericanos del hemisferio norte se celebra la Navidad con bajas temperaturas, en el hemisferio sur se disfruta de la temporada más calurosa del año.
Los reportes de economía y compras durante esta temporada indican que el consumo sube hasta en un 200% en comparación con un mes normal del año. Este fenómeno muchas veces viene acompañado de la entrega de una gratificación o un aguinaldo de las empresas, tradición que en Latinoamérica se ha extendido con fuerza.
Para los amantes de la gastronomía , el origen común de los ingredientes y la tradición hispánica han convertido a estas fiestas en un época en la que los latinoamericanos aprovechan para comer de todo, en familia, con los amigos, en el trabajo. ‘Esto tiene un origen importante, pues en la cultura occidental compartir la mesa y la comida es parte de la emoción y la sensación de pertenencia y bienestar de las personas. Esto fortalece los lazos comunes. Por eso la Navidad tiene tanta fuerza’, reafirma Chajón.
La tradición de entregar regalos es otra de las expresiones en común de los latinoamericanos. Se trata de un signo de agradecimiento y hermandad, que tiene su origen en la historia cristiana del nacimiento de Jesús, cuando los Reyes Magos le dejaron obsequios al Niño en Belén. Con el paso del tiempo esta tradición fue transformándose y el personaje del anciano de barba blanca y traje rojo -que recibe distintos nombres- es hoy también un símbolo común de la Navidad.
