Los colegios electorales abrieron este domingo para las elecciones legislativas de Cataluña , de las que el presidente de esta gran región del noreste de España, el nacionalista Artur Mas, espera salir reforzado en su proyecto de convocar un referéndum sobre la independencia.
PUBLICIDAD
Unas 5,4 millones de personas están convocadas a votar para elegir a los 135 diputados del parlamento autónomo regional.
En una soleada mañana de otoño en Barcelona, los primeros electores catalanes empezaban a acudir a los locales de votación, abiertos desde las 8 a.m. y hasta las 8 p.m.
“Estamos en un punto de inflexión, en función de las mayorías independentistas que salgan seguramente esto marcará un antes y un después”, considera Carme Llistosella, de 60 años, secretaria que se quedó sin trabajo, mientras espera para votar en la mesa instalada en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
“Hasta ahora había un sentimiento nacionalista que era menor y que con la crisis ha aumentado”, agrega, mientras se prepara para votar a CiU.
Junto a ella, Mireia, una abogada de 44 años que prefiere no dar su apellido, considera que no sólo la crisis, sino también la democracia han propiciado este cambio de actitud.
“Ahora ya hay generaciones que hemos podido estudiar en catalán, y que sentimos las cosas de otro modo, nuestros padres, tras 40 años de franquismo, es normal que tuviesen miedo”, añade.
PUBLICIDAD
“Es cierto lo que se dice de que éste puede ser un momento histórico pero creo que la campaña ha estado demasiado centrada en la polarización Cataluña – España y que se tendrían que haber tratado otros temas como la crisis”, afirma Andreu Camprubi, sociólogo de 27 años.
“Estas elecciones me parecen una porquería, porque los países están para unir y no para desunir. En Europa se une y no se desune”, afirma Josep, un jubilado de 65 años.
“Creo que están utilizando el tema de la independencia para ocultar la corrupción , no de un partido ni de otro, de todos, de derechas y de izquierdas”, considera mientras da vueltas por el vestíbulo del colegio electoral. “Todavía no sé por quién votar”, afirma con un gesto de tristeza, pese a reconocer que siempre le gustó CIU.
Enfrentado al gobierno central de Mariano Rajoy por un sistema fiscal que considera como un lastre a la reactivación económica de la región, muy duramente afectada por la crisis, Mas había convocado elecciones anticipadas en septiembre, tras menos de dos años en el poder.
Su objetivo es obtener la mayoría absoluta y poder convocar en los próximos cuatro años a un referéndum de autodeterminación con cuya promesa enardeció a sus seguidores un político considerado hasta hace muy poco como un nacionalista moderado.
Sacudida por la crisis como el resto de España, Cataluña, con 7,5 millones de habitantes, otrora uno de los motores de la economía del país y ahora su región más endeudada, ve crecer el auge secesionista que el 11 de septiembre desembocó en una masiva manifestación independentista en las calles de Barcelona.
Pese a tener asegurada la primera posición, la coalición nacionalista conservadora de Mas, CiU, solo obtendría, según los sondeos, entre 60 y 64 escaños, frente a los 62 actuales.
Según las mismas encuestas, los principales beneficiados en estos comicios podrían ser los partidos independentistas de izquierda, encabezados por el histórico Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), quien podría hasta duplicar sus 10 diputados actuales.