Con misas y el lanzamiento al aire de cientos de globos blancos, ayer se conmemoró en Lima el Día Mundial de la Víctimas por Accidentes de Tránsito, cuyo objetivo es sensibilizar a la población sobre este grave problema.
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En la Catedral de Lima hubo una misa en memoria de las 880 mil víctimas registradas en la última década en el Perú, con la presencia de personajes como el alcalde de San Borja, Marco Antonio Álvarez, y el presidente de la Asociación de Víctimas de Accidentes (Aviactran), Carlos Villegas.
También estuvo presente Franco Alexandro Miranda, niño de cinco años que debe desplazarse en silla de ruedas tras ser arrollado en mayo pasado en San Juan de Lurigancho, junto a su madre y su abuela (esta última falleció).
De otro lado, en el distrito de Jesús María, la ONG Luz Ámbar organizó otro acto religioso en la iglesia San José.
Allí estuvo José González Otoya, quien fuera atropellado por el ex diplomático Celso Pastor Belaunde en el 2004 en la Costa Verde, hecho que le dejó secuelas neuronales graves que arrastra hasta la actualidad.
