Dos personas fueron ejecutadas en Texas (sur), llegando a 15 el número de condenados a muerte cuyas penas fueron cumplidas este año en ese estado de Estados Unidos, que detenta el récord de ejecuciones, se supo este viernes de autoridades penitenciarias y del Centro de Información sobre la Pena Capital.
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Ramón Hernández, de 41 años, y Preston Hugues, de 46, fueron ejecutados el miércoles y el jueves respectivamente por inyección letal, tras diez y 23 años en el corredor de la muerte.
Cuarenta hombres fueron ejecutados este años en Estados Unidos.
Hernández había sido condenado por el asesinato en 2002 en San Antonio de una mujer hispana de 37 años. Estaba acusado de haberla secuestrado, con dos cómplices, agredido sexualmente y de haberla matado antes de trasladar su cuerpo a un bosque para enterrarlo, según autoridades penitenciarias de Texas.
Preston Hugues reconoció el asesinato de una joven de 15 años, a la que violó, y de su primo de 3 años en 1988 en Houston.
Poco antes de su ejecución, alegó sin embargo su inocencia y llamó a sus allegados a seguir luchando para demostrar su inocencia, precisó un portavoz.
Con quince detenidos ejecutados en 2012, Texas es responsable de dos tercios de las penas de muertes aplicadas en Estados Unidos.