Unas 400 empresas de transporte urbano, que representan más del 90 por ciento del total que opera en Lima y Callao, salieron hoy a trabajar y trasladaron sin problemas a la población, informó hoy el asesor en temas de transporte del municipio metropolitano, Gustavo Guerra García.
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El funcionario indicó que el 10 por ciento que acató el paro convocado por un sector de transportistas perjudicó a los usuarios de algunas zonas de Lima Este, Norte y Sur, donde debieron esperar más de una hora a fin de abordar alguna unidad para trasladarse a sus destinos.
En diálogo con la Agencia Andina, sostuvo que la gran mayoría de transportistas que prestó servicio sin inconvenientes de seguridad demostró con esta actitud su respaldo a las acciones que promueve la comuna capitalina para reordenar y modernizar la calidad del servicio al público.
Guerra García lamentó que un sector minoritario de transportistas, encabezados por Julio Rau y Omar Calderón, rechace la reforma del transporte y ofrezca argumentos que carecen de sustento, como señalar que se les quiere sacar de las rutas para beneficiar a empresas extranjeras.
Afirmó que en lugar de defender los intereses de los transportistas, lo que buscan ambos dirigentes es perpetuar el sistema comisionista-afiliador en el que trabajan las empresas ‘cascarón’, que no son dueñas de la flota vehicular, pero permiten el ingreso de unidades para cubrir la ruta autorizada a cambio de recibir una retribución económica.
El asesor municipal dijo que llama la atención que Rau Rau y Calderón intenten boicotear la reforma del transporte cuando, a través de familiares cercanos, participan como miembros de consorcios que postularán a las autorizaciones de ruta para los cinco corredores viales de Lima.
Recordó que el hijo del Julio Rau, a través de la empresa San Sebastián, y el hermano de Omar Calderón, mediante la empresa Internacional, son parte de los primeros consorcios que se formaron bajo el nuevo modelo empresarial que sustituirá al antiguo modelo comisionista-afiliador.
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‘Dirigentes como Rau Rau y Calderón no quieren que sus trabajadores ingresen a planilla ni que tengan beneficios sociales o laboren la jornada establecida por las leyes vigentes’, expresó.
Agregó que Julio Rau Rau muestra una conducta contradictoria al aparecer junto con dirigentes de taxis colectivos, quienes en la práctica son competidores desleales de los transportistas urbanos y a los que el propio Rau Rau acusaba de ocasionarle perjuicios económicos por circular en sus mismas rutas.
Guerra García indicó que el sistema de transporte que se quiere cambiar tiene 28 niveles de superposición de rutas y genera pérdidas estimadas en 4,000 millones de nuevos soles al año.
El establecimiento de corredores complementarios, de integración y de aproximación; así como la modernización de la flota y el cambio de modelo empresarial permitirán mejorar totalmente la calidad del servicio de transporte público en Lima, concluyó.