El presidente de República Checa, Vaclav Klaus, fue baleado en vivo, pero con balines en la ciudad de Chrastava, al norte de Praga.
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Vestido con un uniforme militar, el atacante se acercó a Klaus y disparó una arma habitualmente utilizada para la práctica del airsoft, describió la página Huffington Post.
Según la cadena Nova TV, el mandatario se quejó del servicio de seguridad tras recibir los disparos en el brazo a un metro de distancia.
El detenido señaló que el Gobierno está “ciego y sordo a los lamentos de la población”.