La solución más fácil no siempre es la mejor. En Nottuln-Darup, Alemania, los ladrones de una sucursal del Sparkasse utilizaron explosivos para robar un cajero, pero no midieron la magnitud y terminaron dañando la estructura del edificio.
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La página Der Spiegel detalló que los escombros llegaron hasta 80 metros del local de tres pisos sin provocar daños a los transeúntes. Las autoridades ordenaron la evacuación del edificio.
Cabe destacar que el estallido destruyó el dinero que pretendían robar los ladrones, quienes huyeron del lugar en un vehículo siniestrado, informó la policía. Aún se desconocen las identidades de los responsables.
