Una curiosa tradición vuelve a surgir en China, donde las mujeres que acaban de dar a luz se están comiendo la placenta de sus hijos con el fin de rejuvenecer.
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Un hospital de maternidad de la ciudad oriental de Nanjing, informó que alrededor del 10% de los padres se llevan la placenta después del parto para preparar diferentes recetas con ella. Mientras que, en Internet abundan menús para prepararla: un sitio web sugiere hacerla en una sopa, o en empanadas, o en bolas de carne o mezclarla con otros remedios de medicina tradicional china.
En el país oriental las pastillas de placenta están legalmente disponibles en todas las farmacias, pues no sólo las mujeres que son madres buscan rejuvenecerse y mejorar su salud con ella, beneficio que se le adjudica a la placenta.