La paciencia es una de las virtudes más valiosas del ser humano. Los que la tuvieron con Facebook, ahora empiezan a ver los frutos de su persistencia. Primero, el derrumbe de la cotización cuando todos hablan de la acción, y cuando todos se olvidan de “la peor inversión”, el papel rebota y da grandes beneficios a aquellos que hicieron caso omiso a las peores perspectivas.
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Marck Zuckeberg tocó la tradicional campana del Nasdaq (aunque desde las oficinas de su compañía) y Facebook en la bolsa fue una realidad.
Con un debut en u$38,23, el papel inició un camino descendente que llegó al piso de u$25,52 el martes 5 de junio pasado (valor intradiario).
El escándalo se sirvió en bandeja, se habló de los riesgos de invertir en Facebook, que la empresa dejaría el Nasdaq.
Y todos dejaron de hablar de Facebook, excepto los analistas técnicos que analizan gráficos.
Desde ese piso de u$s25,52, la acción de Facebook ha subido 27,4% en 14 sesiones (tres semanas) y ha cerrado a u$32,06 el lunes 25 de junio.
Con este resultado, las pérdidas de un inversor que compró en la primera sesión en torno a u$38, se limitan a 15 por ciento, y todo parece indicar que pronto veremos Facebook en valores positivos, y que las pérdidas del comienzo quedarán en la historia.