China indicó el jueves que estaba investigando el caso de una mujer presuntamente forzada a abortar en su séptimo mes de embarazo, tras la ola indignación provocada por la publicación de imágenes del cuerpo del feto en internet.
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Los activistas acusan a las autoridades de la provincia de Shaanxi, en el norte de China, de haber obligado a Feng Jianmei a abortar porque no disponía de los 40.000 yuanes (6 200 dólares) para pagar la multa por infracción a la política china de hijo único.
El gobierno del condado de Zhenping, donde tuvo lugar el aborto, han prometido desde entonces una “investigación transparente” bajo un comité especial, mientras que los responsables de planificación familiar nacional aseguraron que los autores serán castigados.
Un responsable de la Comisión Nacional y de Planificación Familiar que no quiso revelar su nombre dijo que la comisión consideraba el asunto “serio e importante” y que la investigación estaba siendo llevada al “nivel más alto”.
Los internautas chinos reaccionaron con ira al aborto, uno de ellos lo comparó a los actos perpetrados por “los demonios japoneses y nazis”, después de que unas fotografías en internet mostraran a Feng tumbada en una cama de hospital junto al cuerpo sin vida lleno de sangre del feto.