Un arqueólogo halló este martes un nuevo esqueleto de centenares de años de antigüedad que fue sometido a un ritual para impedir que se convirtiera en vampiro, indicó Nikolay Ovcharov a la AFP.
PUBLICIDAD
“El esqueleto estaba atado al suelo con cuatro cepos de hierro, tres en las piernas y otro en el lado izquierdo del tórax. Como medida de precaución la tumba también fue recubierta de carbón quemado”, explicó el arqueólogo.
El esqueleto, correspondiente a un hombre de unos 30 años, todavía no fue fechado pero tiene varios siglos, según Ovcharov, que lo descubrió cuando exploraba la necrópolis de un pequeño monasterio de la ciudad de Veliko Tarnovo, en el centro del país.
“Este hombre no es un vampiro pero fue sometido a un ritual pagano guiado por la superstición para impedir que se convirtiera en vampiro tras su muerte”, explicó.