Todos los días el pequeño Dylan se da un pequeño entrenamiento al alma. En este video, podemos ver cómo este niño tiene que soportar sesiones de respiración con un aparato y, para pasar el trago amargo,‘rockea’ con un entusiasmo increíble a la vida.
“¡Dylan, tú eres el hombre! Obviamente, no vas a permitir que algo tan pequeño como la fibrosis quística se interponga en el camino de tu vida”, versa un comentario en YouTube.