El 55% de los estadounidenses, al menos una vez por semana, no llega a su lecho y se da un revolcón en la oficina, la iglesia e incluso en su pupitre de educadores, según un sondeo de una asociación de vendedores de colchones.
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Los hombres son más propensos que las mujeres a dormirse en cualquier parte, según el estudio realizado interrogando a 1 000 adultos para la asociación Por un sueño mejor, que declaró mayo “el mes de un sueño mejor”.
Una de cada 10 personas admite dormirse en el trabajo, 7% en la iglesia, 6% en el transporte colectivo y 4% en el baño.
“Nos sorprendió”, dijo Karin Mahoney, portavoz de la asociación en un comunicado de prensa, saber que “un hombre se durmió sobre un techo, otro mientras entrevistaba a un solicitante de empleo e incluso un profesor sobre su escritorio delante de su clase”.
El mismo sondeo, que tiene un margen de error de 3%, afirma que seis estadounidenses sobre 10 “prefieren el sueño al sexo” y un porcentaje no precisado de ellos confiesa haberse dormido mientras que hacía el amor.