Una estadounidense compareció este miércoles ante un tribunal de Newark, cerca de Nueva York, acusada de haber hecho peligrar la salud de su hija de cinco años, que supuestamente resultó quemada en un centro de bronceado.
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Patricia Krentcil, de 44 años, rubia y con la piel prácticamente negra de tanto broncearse, se declaró no culpable, precisó a la AFP Katherine Carter, portavoz de la oficina del procurador del condado de Essex.
La escuela a la que concurre la niña alertó a las autoridades la semana pasada, cuando ésta se quejó de quemaduras. Krentcil fue detenida y luego liberada bajo fianza.
En una entrevista televisiva, esta madre de cinco hijos reconoció que le encanta broncearse y que es clienta asidua de salones de belleza que ofrecen este servicio.