Unos 650 gallos de pelea, que eran criados por los internos de la cárcel más poblada de Perú, fueron retirados por orden de las autoridades penitenciarias, después de que la prensa denunciara que los reos realizaban peleas de gallos con apuestas.
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Las aves se utilizaban como parte de una “terapia psicológica”, informó el coronel de la policía Tomás Garay, director del penal de Lurigancho, ubicado en una zona populosa del sector este de Lima.
“Hemos dispuesto el retiro inmediato de 650 gallos que eran criados por los presidiarios en los techos del pabellones de la cárcel”, dijo Garay.
Versiones de prensa revelaron días atrás que los internos organizaban los fines de semana peleas de gallos, en coliseos improvisados dentro del penal en que corrían las apuestas.
El director de la cárcel dijo que el ingreso de las aves fue autorizado hace varios años para la terapia de unos pocos presos, pero que luego la población de gallos fue en aumento.
“Lo sorprendente es la gran cantidad de aves, lo que ya no es correcto”, dijo Garay.
La cárcel de Lurigancho es un penal que cuenta con una población de 7.200 internos y que fue construido para albergar a no más de dos mil internos.