Si bien es cierto que no se puede predecir un terremoto, sabemos que de llegar uno, debemos andar preparados.
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En los últimos tres meses, zonas costeras como Ica, Cañete (donde está el balneario de Asia), Chincha e incluso El Callao, han sufrido un mínimo de 22 movimientos sísmicos perceptibles (y fuertes), según reporta el Instituto Geofísico del Perú.
Incluso nuestra capital se encuentra de cara al marepicentro de la mayoría de temblores y por ello cabe preguntar si las casas ubicadas cerca a la playa están en condiciones de resistir un sismo como el que golpeó a México esta semana.
De acuerdo a un estudio realizado por el sismólogo y experto en gestión de riesgo de desastres, Julio Kuroiwa, ‘si los suelos están sobresaturados y consisten en arenas finas, las viviendas podrían ser licuadas por el sismo. De la misma manera, en Asia, la línea costera es recta por lo que el comportamiento de un tsunami es predecible’, señala.
Por su parte, el geólogo Patricio Valderrama afirma que ‘casi no existe suelo bueno en un terremoto de 8.2 grados. Si ponemos un ejemplo, Chorrillos tiene costa (arena), tiene acantilados y elevaciones (roca y material aluvial) y tiene lagunas (más arena). Lo que entra a jugar aquí es la calidad de las construcciones. Si una casa se hizo con todas las medidas de prevención no habría problema. Tenemos que identificar que tipo de vivienda tenemos, hacer nuestro plan de emergencia familiar y conversar sobre este tema en casa’, refiere.
Consultada sobre el tema, Karen Chumpitaz, secretaria técnica del Indeci de la Municipalidad de Asia, señala que ‘en el balneario se hacen simulacros y reuniones con los pobladores. Ellos saben qué lugares son seguros de ir a la hora de evacuar. Hay que buscar las zonas altas, el estadio o el cerro de Playa Blanca’, afirma.
