“Ellos (los pandilleros) adquirieron un compromiso de no matarse más, de bajar el índice delincuencial entre ellos, la iglesia solo ha mediado humanitariamente”, dijo en rueda de prensa el obispo Fabio Colindres, quien afirmó haber efectuado personalmente la mediación.
PUBLICIDAD
Colindres explicó que desde hace varias semanas vienen manteniendo encuentros con líderes de las dos maras (pandillas), algunos de los cuales están cumpliendo penas de cárcel en distintos presidios del país.
“Hemos querido mediar para que haya un entendimiento entre ellos, que no haya más agresión”, remarcó Colindres.
El gobierno salvadoreño ha señalado en repetidas ocasiones que las pandillas son responsables de al menos el 90% de las muertes que se registran en este país, uno de los más violentos de Centroamérica y del continente, y que la mayoría de las víctimas son miembros de esas agrupaciones.
De acuerdo con el religioso, “lo que piden” los líderes de pandillas a cambio de parar la violencia entre ellos, es que se les conceda “un trato más humanitario dentro de la cárcel”.
Señaló que una muestra de que los pandilleros están cumpliendo su acuerdo de parar la violencia es que los índices delictivos han bajado notablemente.
En El Salvador se registra un promedio diario de entre 13 y 14 asesinatos, pero cifras de la Policía indican que desde hace menos de una semana ese índice ha bajado a entre 4 y 5 muertos por día.
PUBLICIDAD
“Esto es algo bueno, esa voluntad por cambiar que han mostrado, creo que toda la sociedad debe unirse para que juntos encontremos una salida a esta situación de violencia”, resaltó el obispo.
Colindres comunicó a las autoridades de Justicia y Seguridad Pública el compromiso de los pandilleros de parar con la violencia y su petición de que les concedan mejores condiciones de reclusión en los atestados centros penales, sobre las cuales dijo que encontró “buena recepción”.
El sistema penitenciario salvadoreño, de una veintena de prisiones con capacidad para 9.000 reos, alberga en la actualidad 24.000 internos.