¡Prohibido morirse! Esta inusual propuesta llevada a cabo por Giulio Cesare Fava debido a que su pueblo no cuenta con cementerio. En 1964, cuando no era ayuntamiento independiente, la localidad compartía el cementerio común con el poblado vecino de Carinola.
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El error se produjo, explica el alcalde, cuando quien llevó a cabo la división del territorio no se dio cuenta de que debía incluir también una parte del cementerio, según informa el sitio RT.com
Lo más curioso es que los habitantes de la localidad están de acuerdo con la iniciativa, pues construir un nuevo cementerio acarrearía gastos que están fuera de su alcance.
Desde que fue anunciada la ordenanza, dos ciudadanos (de unos 4.000) violaron la regla… y fallecieron.
