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DESORDEN OBSESIVO–COMPULSIVO
Olvídate del multimillonario aviador y cineasta Howard Hughes, Dickens fue la primera celebridad obsesivo-compulsiva. Constantemente se miraba en los espejos para peinarse y solía reacomodar los muebles de los cuartos de hotel donde se quedaba.
AMOR POR LO MACABRO
¿Qué lo inspiró a crear una ciudad llena de decadencia ‘dickensiana’, pobreza y repulsión? Lo más probable es que hayan sido sus frecuentes viajes para ver a los muertos. ‘Usualmente visitaba las morgues de Londres para ver los cuerpos, estaba fascinado con la muerte. Eso ayudaría a explicar su imaginación embrujada y también su gusto por el lado oscuro’, le dice a Publimetro Jon Mee, profesor de Inglés en la Universidad de Warwick y autor de The Cambridge Introduction to Charles Dickens.
EGOCÉNTRICO Y UN POCO CANALLA
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Dickens solía llamarse a sí mismo ‘La bengala de Albion’, un símil del apodo que usaba Shakespeare, ‘El bardo de Avon’. Disfrutaba la vida con una amante secreta. Sin embargo, su hija recién hizo público el amorío después de la muerte del escritor. ‘En resumen, Dickens era un poco canalla. Amaba la atención, era particularmente vanidoso respecto a su apariencia y disfrutaba la atención’, dice Mee.
¿UN INSOMNE EN BUSCA DE IDEAS?
‘Caminaba kilómetros y kilómetros en las calles de París y Londres. Eso alimentó su agudeza por el lado oscuro de la vida de la ciudad’, cuenta Mee sobre la forma en que el escritor inglés buscaba historias.
CRÍTICO DE LA SOCIEDAD
¿Por qué los textos de Dickens son tan relevantes en estos tiempos de recesión? ‘El trabajo de Dickens es una mordaz crítica del utilitarismo y capitalismo del siglo XIX’, explica Mee. ‘Escribió sobre cómo olvidamos la importancia de las relaciones. Pero lo genial de Dickens es cómo de esta desolación emergen personas que logran formar familias’.