El rey ha muerto. Corea del Norte no es una monarquía, pero una cosa es cierta: tras la muerte de Kim Jong Il, su hijo Kim Jong-Un, de 28 años, será el nuevo líder del país.
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‘La muerte de Kim Jong Il no es una sorpresa para Corea del Norte, ya había planes de sucesión desde el 2005’, señala el doctor Ramón Pacheco, profesor de Política Internacional en el Kings College de Londres. ‘Kim Jong-Un se hará cargo, pero probablemente no será el único líder. Se convertirá en el títere de la Comisión de Defensa Nacional, que tendrá más poder del que tenía cuando gobernaba su padre’.
A su vez, Kim Jong Il ascendió al poder cuando su padre, Kim Il-Sung, fundador de Corea del Norte, falleció en 1994. Le tomó varios años establecerse como amo y señor del país. Hoy, mientras su hijo entrena para su nuevo trabajo, su tío, Jang Song Thaek, estará en el poder detrás del trono. ‘Nadie sabe si la relación de los dos es buena o mala’, dice Pardo. ‘Sin embargo, Song Thaek gobernó el país durante la ausencia de Kim Jong Il, después de su accidente cerebrovascular, y tuvo popularidad. No querrá renunciar a ese poder’.
Otro poder detrás del trono, por supuesto, es la militarizada Comisión de Defensa Nacional. Sin embargo, los expertos ven pocas posibilidades de que los generales den un golpe de estado contra su joven nuevo líder. Oficiales de alto rango pertenecen a la pequeña élite de este país y llevan una vida confortable, con acceso a productos occidentales. Tienen escaso interés en desafiar al sistema de gobierno.
Kim Jong-Un, sin embargo, trata de mostrar sus credenciales de tipo duro a través de la agresión internacional. Corea del Norte ha atacado a Corea del Sur dos veces en el último año, pero Seúl no ha tomado represalias. Kim Jong-Un vería a Corea del Sur como un objetivo a atacar, especialmente porque Barack Obama se enfrenta a la reelección en Estados Unidos y es poco probable que quiera involucrarse.
El pueblo en Corea del Norte tiene muchos motivos para levantarse, pero es poco probable que lo haga. ‘Los norcoreanos viven en una estructura altamente controlada, un sistema de vigilancia mutua y la autocensura se ha acentuado durante más de 60 años’, dijo a Publimetro Tim Peters, que tiene una organización en Seúl para ayudar a escapar a los coreanos del norte.
‘Si Kim Jong-Un demuestra ineptitud y aparecen grietas en la élite gobernante, entonces las facciones podrían aparecer en el Ejército y el Partido de los Trabajadores. Las cosas en esa situación podrían ponerse muy inciertas’, señala Peters. Pero sin una sociedad civil plena y sin acceso libre a Internet, los norcoreanos tendrán dificultades para organizarse.