La selva peruana no deja de sorprendernos. El descubrimiento de Anza fue posible gracias a los datos de temperatura de 241 pozos perforados por la empresa Petrobras en los años 1970 y 1980, en la región amazónica.
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Según informó O Estado, los datos térmicos fueron proporcionados a los científicos Valiya Hamza, de la Coordinación de Geofísica del Observatorio Nacional, y la profesora Elizabeth Tavares Pimentel, de la Universidad Federal de Amazonas, quienes identificaron la corriente de agua a 4.000 metros de profundidad.
Como detalla Perú.com, “el caudal representa apenas el 3% del que se calcula para el río Amazonas, que tiene sus nacientes en territorio peruano y desemboca en el océano Atlántico en el extremo norte de Brasil”.