‘Defensores de las lomas’, por Zoë Massey | AGENTE DE CAMBIO

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POR ZOË MASSEY

Fotógrafa

Lima, nuestra (no siempre) querida ciudad gris panza de burro, costera, desértica, seca y extrañamente con un 98% de humedad en invierno. Lima, gris y extraña. Una ciudad en medio del desierto que insiste en tener jardines regados por esa agua potable que varios miles no tenemos en casa. Lima en invierno puede ser ruda. Pero también puede cambiarte esa gris sensación del espíritu si te aventuras a ir unos pocos minutos al sur. Nada lejos, solo en Pachacámac, están las lomas del Lúcumo y también las del Manzano. No es lejos y es tan verde que resulta increíble ver, desde lo alto del cerro, el desierto. Las Lomas del Lúcumo son las más conocidas, con un museo de sitio, infografía sobre la flora y la fauna y el riesgo constante del ‘avance urbano’. Más adentro está el parque metropolitano Paul Poblet Lind, sobre una extensión de 4.660 hectáreas que de junio a octubre se llenan de verde y de vida. Llegan vizcachas, lechuzas y muchas aves más (y arañas como la hapalopus limensis, que puede llegar a tener más de 10 cm). Crecen la hermosa flor de amancaes y más de 60 variedades de flora endémica, plantas medicinales, papas y tomates nativos, así como el mito (que es el antecesor de la papaya). Durante la época ‘seca’ también hay otra fauna y flora que cumplen la otra parte del ciclo de vida de las lomas.

Converso con Toti, una de las vecinas del lugar, una luchadora que protege estas lomas de un terrible futuro. También están Andrea Mendiburu y Gabriela García. La zona está por convertirse en una mina de tajo abierto que explotaría los cerros para sacar piedra caliza, material para cemento. No solo destruiría las lomas, sino todo lo que las rodea: podría afectar seriamente las zonas agrícolas y urbanas de Pachacámac, convirtiendo el aire en poco respirable.

La preocupación es grande y desde diciembre del 2017 los vecinos se unieron para salvar las lomas. Hoy son apoyados por ciclistas y deportistas que acuden a esta zona cada semana, por pobladores de Pachacámac y Lurín preocupados por las fuentes acuíferas, la cultura, el ambiente sano… Hasta la misma Municipalidad de Pachacámac ha manifestado públicamente estar en contra de este proyecto por no ser compatible con la zonificación del distrito. Sin embargo, ahí está el riesgo gigante y latente.

Tienes unas semanas más para ira estas lomas. Este domingo 22 será la tercera caminata familiar, guiada por un biólogo y una antropóloga en el parque Poblet Lind. También habrá un concurso de fotografía y un microtaller de dibujo dirigido a niños pequeños a cargo de una artista local (ver toda la información en el Facebook de Defensores de las lomas).

Anda, disfruta caminar en lo más verde y natural que verán tus ojos en nuestra capital, respira lo que esa gran humedad de nuestro desierto logra crear cada año. Es como magia. Si tienes suerte, lograrás ver alguna vizcacha. Voy todos los años y hasta ahora no me liga, pero sí he visto decenas de lechuzas. Disfruta en silencio, respeta los caminos ya trazados. Es muy cerca, es Lima, no es gris y es responsabilidad de todos protegerlas.

Entrevista: Toti Campos Álvarez, vecina de Pachacámac.

‘Un ambiente sano’

¿Qué buscan los defensores de las lomas y quiénes son?

Buscamos proteger, defender y conservar las lomas de Pachacámac y de Lurín, concretamente el Parque Metropolitano Paul Poblet Lind, a través de programas de educación y acciones públicas con participación de la población, las autoridades y otras organizaciones. Somos un grupo de vecinos de Pachacámac y Lurín, preocupados por la conservación del medio ambiente, las fuentes acuíferas, la biodiversidad y la cultura en un ambiente sano de protección de nuestras lomas.

¿Cómo logran que las lomas se hagan más conocidas?

Compartimos mucha información en redes sociales, nos pueden seguir en Defensores de las Lomas en Facebook e Instagram. Participamos del noticiero Café con Leche, en Radio del Sur 91.5 FM los viernes por la mañana. Promovemos caminatas guiadas por especialistas como el biólogo Miguel Maldonado, nuestro «biólogo de cabecera», que hace que el paseo por las lomas sea educativo, entretenido y relajante.

¿Qué pasaría si esta zona pasa a ser explotada por la cementera?

El daño sería irreparable. La cementera pretende realizar una mina a tajo abierto sobre un 18% del área del parque Paul Poblet, lo que significa que dinamitarán cerros completos para llevarse piedra caliza. La destrucción de ese sector de lomas y del área circundante será irreparable por lo violento de las explosiones y por la condición tan frágil de los ecosistemas de lomas. Una loma demora siglos en recuperarse.