El verano es una temporada en la que provoca comer alimentos más ligeros, pero sobre todo es la temporada perfecta para hacer cambios importantes en la alimentación que serán de gran beneficio para la salud a largo plazo.
PUBLICIDAD
“La clave de una alimentación saludable en verano – y todo el año – es la constancia. Pequeños cambios permanentes hacen grandes diferencias en la salud y en el peso”
Por ello, es importante contar con alimentos que a su vez nos protejan y que brinden una serie de beneficios”, señaló la nutricionista de la Sociedad Nacional de Pesquería, Lorena Romero.
Agregó que, por ejemplo, el pescado aporta proteínas, protege la piel y es un producto fundamental en la alimentación de los niños.
1. Consume más pescado: Sobre todo los azules como el bonito, caballa, jurel y atún. Su aporte radica en buena calidad y cantidad de proteínas, entre ellas colágeno que es muy importante para la piel y articulaciones.
Además, el pescado es rico en hierro y calcio, ambos minerales fundamentales para todas las edades, en especial para niños y mujeres. Es una de las proteína que aporta Omega 3, un ácido graso necesario para mantener en buen estado todo el sistema cardiovascular, cerebro, piel, etc.
Durante el verano se puede consumir en ceviche, escabeche u otras preparaciones que no incluya fritura.
PUBLICIDAD
**2. Fibra todos los días: **La fibra ayuda principalmente a mejorar la digestión, lo que permite estar más ligeros, prevenir y regular malestares digestivos como estreñimiento, colon irritable, pesadez, etc. Es fundamental incluirla todos los días.
Según el Instituto Nacional de Salud, el 89% de peruanos no consume suficientes frutas y verduras. Para cubrir este requerimiento se recomienda comer menestras dos veces por semana, cinco porciones de frutas y verduras diariamente, avena, quinua, kiwicha y frutos secos.
**3. Incluir ‘grasa buena’ en el menú: **Otro nutriente fundamental para mantenerse saludable son las ‘grasas buenas’. Es decir, palta, aceite de coco, frutos secos, pescados de carne oscura, aceituna y aceite de oliva extra virgen.
Este tipo de grasas saludables, en especial, el Omega 3, ayudan a activar el metabolismo, además de mantener hidratada la piel. Debemos evitar consumir grasas de mala calidad como las frituras, embutidos, grasas procesadas.