El chef italiano Pasquale Cozzolino ha revolucionado no solo el mundo de la pizza, sino también de lo que implica bajar de peso y tener una vida saludable.
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Su caso dio la vuelta al mundo y no es para menos. Hace dos años, pesaba 175 kilos. Debido al exceso de peso, fue al médico y este le advirtió de que podía sufrir un infarto. Debido al susto, intentó todo tipo de dietas.
Un amigo le recomendó un nutricionista napolitano y ambos armaron su plan alimenticio. “Me dijo que eligiera una comida que me guste mucho para el almuerzo, eso me motivaría al despertar”, le dice Cozzolino al diario El Comercio.
El secreto, revela, era consumir el 70% de las calorías diarias en el desayuno y almuerzo y el otro 30% de noche. Como su plato favorito era la pizza, continuó comiendo pero hizo un par de variaciones.
La masa de su pizza consiste en harina, agua, sal marina y un poco de levadura. En el caso de la pizza napolitana, la levantada dura más de 48 horas, el gluten se deshace completamente y es más digerible.
“Mientras toda mi pizza tenía 570 calorías, el pedazo de la otra tenía 480. Y a eso todavía hay que sumarle lo que la gente le pone encima”, comenta a El Comercio.
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