Seguro tienes algún familiar, amigo o conocido que se vuelve loco cuando tiene hambre. De hecho, probablemente tú mismo lo haces. Tener que resolver algún problema, cumplir una tarea o soportar largas esperas con el estómago vacío es de las peores cosas que le pueden ocurrir a un ser humano durante la vida diaria. Pero ¿por qué sucede esto?
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De acuerdo a un estudio impartido por la NCBI, los bajos niveles de azúcar son los responsables de que entres al estado hangry, que es como coloquialmente se le conoce al enojo causado por la falta de alimento. Cuando tus niveles de azúcar disminuyen, es más complicado concentrarte y controlar tu temperamento, lo cual te vuelve especialmente irritable.
Otra de las razones, es que al tener mucho tiempo sin comer, comienzas a liberar hormonas relacionadas con el estrés como cortisol y adrenalina, además de neuropéptidos, los cuales promueven el comportamiento agresivo.
Pero, ¿cómo se comprobó que esto es real?
En el estudio se le solicitó a varias mujeres que clavaran agujas en muñecos que representaban a sus maridos, dependiendo del nivel de ira que sentían. Los investigadores encontraron que aquellas que tenían menores niveles de glucosa habían sido también las que habían clavado más agujas.
Así que ya lo sabes, la próxima vez que quieras evitarte una pelea con tu pareja, cómprale una caja de donas o un buen pedazo de pastel. El daño será menor.
