Para muchos, el principal problema es pensar en qué condiciones van a llegar a la oficina luego de la pedaleada. Para ellos, acá tres recomendaciones que puede traerles algún consuelo.
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Salir con tiempo La más obvia de todas, pero no menos verdadera. Salir con anticipación no solo evita que tengas que acelerar el paso, sudando más de la cuenta, sino que puede ayudarte a movilizarte en esa hora del día en la que el sol no está en todo su esplendor.
Llevar una muda extra Si pedalear a un ritmo tranquilo no logra evitar las manchas de sudor o si simplemente no te sientes lo suficientemente limpio como para sentarte en tu escritorio, la solución es llevar la ropa que quieras ponerte aparte. La idea es salir de tu casa con ropa cómoda y cambiarte en la oficina. ¿Se arruga la camisa? Puedes ir un día en auto y llevar, el lunes por ejemplo, las camisas de los cuatro días restantes y dejarlas colgadas en tu oficina.
Kit de higiene Si decides cambiarte o no en la oficina, una bolsita de rápida limpieza personal nunca está de más. Esta debería tener: desodorante, antibacterial, perfume y pañitos húmedos. Como el casco te va a dañar el peinado, no olvides llevar lo necesario para reacomodarlo ahí mismo.
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