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Novia va al altar del brazo del hombre al que su padre donó el corazón

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Diez años después de que su padre muriera de manera brutal, Jeni Stepien supo que quería que su corazón la acompañase en el día de su boda. Así que le pidió ese regalo al hombre que lo recibió, un consejero de escuela ya jubilado.

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“Ha sido el mejor día de mi vida”, dijo a la ABC News Jeni, maestra de primaria de 33 años, ataviada con su vestido color marfil, después de la boda celebrada la semana pasada en la misma iglesia en la que se casaron sus padres, en las afueras de Pittsburgh.

Jeni conoció personalmente a Thomas, de 72 años, solo un día antes de la boda.

“Recibí una carta de Jeni hace dos meses”, dijo Thomas a la AFP. “Ella me dijo: ‘yo soy la hija de la persona que tenía el corazón que está dentro de ti y te pregunto si tú y tu esposa Nancy podrían ir a mi boda’”.

“Yo adoraría que caminaras conmigo hacia el altar”, agregó ella.

“Estaba atónito. Pensé ‘¡Ay, Dios mío, esto es perfecto, que ella quiera tener el corazón de su padre en la boda”.

Cuando se encontraron en el ensayo de la ceremonia se abrazaron.

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’Hermoso momento’

“Simplemente nos dimos un gran abrazo. Puse mi mano en mi muñeca y mi pulso estaba muy acelerado y le pregunté si ella sentía mi pulso igual. Entonces, puso su mano en mi corazón”, dijo Thomas.

“Fue un muy cálido y hermoso momento”, resumió.

Después de caminar con ella hasta el altar, Thomas puso la mano de ella en su corazón, le dio un beso y la entregó a su novio, Paul Maenner, un ingeniero de 34 años.

“Muchas gracias por venir”, dijo la novia llorando a Thomas, según el video que la ABC transmitió.

Es lo más cerca que pudo estar de su padre desde que Michael Stepien, de 53 años, fue asaltado y fatalmente tiroteado cuando regresaba a casa de su trabajo como chef. Su atacante, un adolescente, fue encarcelado con una pena de 40 años, reportaron los medios estadounidenses.

Thomas, quien se encontraba al borde de la muerte por un paro cardíaco, fue elegido como el receptor del corazón.

Diez días después de la operación realizada a fines de 2006, este hombre, padre de cuatro hijos y procedente de Lawrenceville, en Nueva Jersey, volvió a su casa y seis meses más tarde estaba esquiando.

“Yo les escribí una carta agradeciéndoles que me salvaran la vida”, dijo Thomas.

Gracias al Centro de Donación de Órganos y Educación (CORE), que permite la comunicación entre los receptores de órganos y las familias de donantes, se pusieron en contacto.

Registro de llamadas

Él enviaba flores en las fiestas e intercambiaba consejos paternales con la madre de Jeni.

Ahora espera ver a la familia nuevamente y trabajar con ellos en concientizar sobre la necesidad de que aumente la donación de órganos.

“Haciendo todo esto juntos el fin de semana pasado nos unimos más”, dijo Thomas describiendo a los Stepien como “maravillosos”.

“Cuando una familia da vida a alguien, ellos no lo saben, en momentos muy oscuros… esto es increíble”, agregó.

CORE espera una “importante respuesta pública” a esta historia, que genere conciencia para la donación de órganos, según una declaración a la AFP.

“Esperamos que todos los que han sido tocados por esta historia se tomen unos momentos para hacer una decisión de vida y se registren como donantes de órganos, tejidos y corneas, y elijan regalar vida”, dijo la presidenta de CORE, Susan Stuart.

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