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Maria de los Angeles Del CastilloDepartamento Psicopedagógico *Colegio Antares – CPAL *
Cuando hablamos del TDAH, generalmente, nos enfocamos en causas, consecuencias y tratamientos. Pero, alguna vez nos hemos preguntado: ¿cómo podemos apoyar a los niños con TDAH en su desarrollo? Para ellos no es fácil asumir que pueden ser distraídos, interrumpir en clase o tener falta de control, y ello tiene un amplio impacto a nivel académico, social y emocional. El hecho de entender cómo ellos se perciben y sienten contribuye a poder comprenderlos mejor y emplear estrategias de trabajo que promuevan su desarrollo integral.
En el plano académico, son conscientes que les cuesta hacer las tareas, concentrarse e intentar no molestar o interrumpir en clases. Con frecuencia se les presentan tareas que exigen una atención o autocontrol que no pueden manejar, aumentando así su sensación de frustración o fracaso. Entonces, los niños con TDAH empiezan a valorarse de manera negativa, sintiéndose poco capaces y dudando de sus habilidades, lo que implica problemas emocionales tales como sentimientos de tristeza, desconfianza, inseguridad o baja autoestima. Asimismo, comparan su rendimiento con el de sus compañeros encontrando notables diferencias. Su rendimiento académico disminuye, y puede conllevar a fracaso escolar.
A nivel social, tienen dificultades en las relaciones con sus compañeros, sobre todo por su impulsividad. Pueden tener pocos amigos, amistades poco duraderas y relaciones menos estrechas. ¿Qué piensa un niño con TDAH?: ‘me cuesta seguir las reglas de juego y casi siempre ‘meto la pata’, se terminan cansando de mí y a veces pueden decirme comentarios poco apropiados’.
Además, en casa se dan situaciones en las cuales los padres, poco a poco y después de que los niños han fracasado en algunas tareas, dejan de darles responsabilidades, quizás por temor a que no sean capaces de realizarlas de forma correcta. Ello repercute en su autonomía e independencia.
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Recomendaciones:
*Informarse bien sobre el tema para ser capaces de reconocer correctamente las fortalezas y debilidades de los niños con TDAH.
*Adaptar el entorno, estableciendo horarios, rutinas y estrategias de aprendizaje para ayudar a regular su atención y conducta.
*Promover de forma progresiva las relaciones con sus compañeros y apoyarlos en su interacción social.
*Resaltar sus éxitos en las tareas realizadas y aspectos positivos de su conducta, motivándolos, fortaleciendo así su autoestima.
*Darles responsabilidades acompañadas de supervisión.
Es de gran importancia que los padres estén siempre atentos al comportamiento de sus niños. Así, pueden identificar el TDAH, brindándoles una adecuada ayuda y orientación para su desarrollo.
