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Por Adriana CarullaNutricionista Oster
Si te prometen una dieta que te dará más energía, te hará lucir una piel limpia y luminosa, te ayudará a bajar todo el peso extra que dejaron las fiestas de fin de año, y todo esto sin mucho esfuerzo… ¿no la harías?
Pero si para lograr todo ello, debes eliminar gran parte de alimentos, pues vamos por mal camino.
¿En qué consiste?
La mala calidad de nuestra dieta actual y la gran y accesible oferta de alimentos poco nutritivos, hacen que nuestro cuerpo se llene de toxinas, grasa saturada, químicos, aditivos y cafeína, por nombrar algunos. Producto del consumo de estos alimentos ‘vacíos’, estas toxinas van saturando a nuestro ya debilitado organismo y empiezan a aparecer síntomas como alergias en la piel, mala digestión, celulitis, granitos, dolores musculares, debilidad, cansancio, etc.
Si bien debemos ‘desintoxicar’ nuestro organismo, no falta quien recomiende que hay que hacerlo eliminando gran parte de alimentos o incluso a través de saunas, masajes, dietas en base a alimentos crudos y/o hasta métodos extremos y poco saludables como limpias de colon, enemas o lo peor y más peligroso de todo, ayunos prolongados.
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Antes de optar por cualquiera de estos métodos extremos, dañinos para la salud, debemos recordar, que el cuerpo está en la capacidad total de eliminar todas las sustancias toxicas que lo dañan sin tener que acudir a situaciones extremas ni peligrosas que pueden ocasionar una peligrosa deshidratación y a pérdida importante de masa muscular.
Hay que optar por una ‘desintoxicante saludable’, es decir, eliminando frituras, chips, golosinas, alimentos altos en colorantes, preservarte y azúcar. En su lugar, debemos incluir todo tipo de verduras y frutas, ya sean frescas, en jugos o cocidas. Además es importante incluir alimentos integrales, cereales, menestras, tubérculos, carnes magras, pescados, semillas, aceite de oliva, palta, aceitunas, etc. Finalmente, es importante considerar la forma de la preparación (por ejemplo: al vapor, a la plancha, salteado o a la parrilla) y las cantidades adecuadas al momento de servir.
Esto, sumado a una rutina de ejercicio saludable y un descanso reparador, perfectamente puede dar mejores resultados que someterse a métodos drásticos que perjudicarán la salud y, además, afectarán nuestro estado de ánimo.