Conservarnos delgados es una exigencia para vivir saludables y vernos bien. Pero a veces caemos en el error de creer que bajar de peso es cuestión de una dieta rápida. A la larga esto significará recuperar los kilos perdidos y hasta añadir algunos más… estamos hablando del efecto rebote.
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Según estudios internacionales, el 65% de las personas que realizan una dieta rápida vuelve a recuperar su peso dentro de los tres años, y solo el 5% mantendrá el peso alcanzado. Así, el efecto rebote ocurre cuando una persona se somete a una dieta de pocas calorías para bajar de peso aceleradamente, consiguiendo a la larga un resultado contrario al esperado.
Fernando Sánchez, nutricionista del Centro Médico IntegraMédica Megaplaza indica que esto sucede porque ‘el organismo no está diseñado para reducir su peso tan rápido, porque esas dietas por debajo de los requerimientos energéticos que el cuerpo necesita -según la edad, la actividad física, el peso y la talla- no están estimulando al metabolismo a gastar más energía, sino que lo está desacelerando, haciendo que en el futuro ganemos más peso del que perdimos’.
El especialista explica que el efecto rebote conlleva un deterioro en la salud que puede resultar muy peligroso pues las dietas bajas de calorías no cubren las necesidades energéticas de una persona, ni los requerimientos de micronutrientes como el hierro y vitaminas que el cuerpo necesita.
Cómo resistir la tentación de la inmediatez
Según el nutricionista del Centro Médico IntegraMédica, en principio existen tres condiciones inexorables a fin de bajar de peso sostenidamente y evitar el efecto rebote:
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1.Actividad física adicional. Las personas tienen que desarrollar ejercicios en forma regular diaria durante la semana porque acelera el metabolismo, quema grasas, y nos hará sentirnos bien.
2.Consumir líquidos. Es imprescindible que el cuerpo se mantenga hidratado, porque se mejora el proceso metabólico y se quema más grasa, por lo menos hay que consumir diariamente un litro y medio de agua.
3.Alimentación balanceada. Se debe consumir la cantidad de calorías suficientes para el peso, la talla, la actividad física que se realiza, la condición corporal y las necesidades nutricionales particulares. Es recomendable agregar a la dieta más productos vegetales, frutas, legumbres, grasas saludables; y evitar el consumo de grasas saturadas y carbohidratos simples.
El especialista remarca que toda dieta debe ser supervisada por un profesional y que para evitar el efecto rebote es absolutamente necesario cambiar de estilo de vida.