¿Realmente debemos ducharnos antes de ingresar a la piscina? La regla no se sigue con tanto rigor en locales públicos, pero debería ser una norma obligatoria.
PUBLICIDAD
“Si no nos duchamos antes de entrar, todo lo que está en nuestra piel (sudor, maquillaje, orina y materia fecal) se quedará en el agua”, explica Michele Hlavsa, epidemióloga y jefa del Healthy Swimming and Waterborne Disease Prevention del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, al portal The Huffington Post.
El problema es que estos elementos contienen nitrógeno, que al mezclarse con el cloro de la piscina se forman sustancias químicas irritantes llamadas cloraminas. Esta últimas producen al año en Estados Unidos unas 10.000 mil enfermedades, de acuerdo a LiveScience. También son responsables de la irritación de los ojos y de llegar a producir ataques de asma.
Además, la presencia de cloraminas en el agua produce ese olor característico de las piscinas. “Una piscina en buenas condiciones no huele”, asegura Hlavsa, a pesar de lo que se suele creer.