El Estado austriaco acaba de entregar su veredicto: la Iglesia del Monstruo Volante del Espagueti, un culto paródico, no tendrá el estatuto de religión en la pequeña república alpina.
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La Oficina de Culto, solicitada por el “Macarroni Supremo” del grupo, constató que esta creencia no está vinculada a ninguna religión identificada.
Los medios austriacos apuntaron que esta decisión es un revés para el “pastafariano” Niko Alm, un diputado liberal que obtuvo en 2011 el derecho de llevar en su fotografía de permiso de conducir un colador de pasta en la cabeza.
La Iglesia austriaca del Monstruo Volante del Espagueti pidió hace unos meses su reconocimiento oficial, afirmando que contaban con 450 “fieles”.
El grupo, también presente en Alemania, nació en Estados Unidos de la imaginación de activistas laicos, que querían protestar contra la enseñanza del creacionismo en las escuelas.
