Según diversos estudios mundiales, un 50% de padres suele quejarse con los pediatras de que sus hijos son ‘malos comedores’ o quisquillosos con los alimentos.
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Y es que su principal preocupación es que los pequeños no estén comiendo las cantidades correctas o los alimentos necesarios para que puedan desarrollar sus capacidades cognitivas y sus defensas ante enfermedades.
Es tan grave esta situación dentro de las familias que la actitud del niño mal comedor, en el 40% de los casos, puede prolongarse incluso hasta los 11 años. Entonces, ¿cómo lograr que nuestros hijos coman bien?
Según el médico pediatra, investigador y conferencista mexicano Pedro Gutiérrez Castrellón, el error más común es esperar que el niño tenga 2 o 3 años para recién actuar. ‘El secreto está en introducir en el buen comer a nuestros hijos desde los 6 meses de edad’, comenta Gutiérrez. ‘La OMS ahora recomienda que desde esa edad el niño debe ser introducido a un régimen de alimentación complementaria, es decir, adicionar alimentos sólidos a la leche materna de calidad’, explica el experto, quien llegó a Lima para participar de la I Cumbre Internacional de Nutrición para la Vida. Para esto, remarca, la madre tiene que comprender que esto es una transición y que el niño puede seguir tomando leche materna hasta los 2 años.
A grandes rasgos, el especialista da cinco recomendaciones para lograr esta transición. La primera es que ‘mamá decide qué come el niño, pero el niño decide cuánto come’. ‘Si la mamá decide que hoy se come brócoli, se come, pero no hay que darle platos de obrero al niño. La capacidad del estómago humano es más o menos del tamaño de su puño. Si al principio tu hijo no quiere comer o come poco, respeta su decisión hasta la siguiente comida’.
Otra recomendación es que la comida debe darse en intervalos regulares de tiempo. ‘En esta nueva etapa, no puedes confundirlos. El niño tiene que hacerse un hábito y entrenar su estómago. Además, la experiencia del comer no debe durar más de media hora. Si tu hijo ya se puede sentar a la mesa y no quiere comer, no lo tengas ahí regañándolo para que termine’, explica.
En tercer lugar, Gutiérrez recuerda a los padres que ‘los alimentos no son juego, premio, ni castigo’. ‘Evitemos las frases como ‘si no te comes eso, no te compraré el juguete’. Tampoco hagan de la comida un ‘avioncito’ o un ‘trencito», remarca. Como cuarta recomendación, el especialista dice que se deben eliminar los elementos distractores como la TV o la radio y, por último, el médico recomienda ‘no obligar a los niños comer alimentos que los padres no consumen’. ‘El padre no podrá imponer su autoridad si no predica con el ejemplo’.
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Alimentos y raciones Según el especialista, en la alimentación del niño desde los seis meses no deben faltar las frutas, vegetales y proteinas provenientes de las carnes. ‘En forma de puré, el niño debe recibir cinco raciones entre frutas y verduras por día. Cada ración debe ser del tamaño de la palma del niño sin considerar los dedos’, explica. Además, por las necesidades de hierro en su crecimiento, los niños deben recibir tres veces a la semana una porción de carne de pescado y dos veces, una de carne roja.