El estudio llevado a cabo en ratones de laboratorio ayuda a entender trabajos anteriores según los cuales la dieta mediterránea combate la hipertensión, fue publicado en Estados Unidos y financiado por la British Heart Foundation.
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Dicha dieta incluye lípidos no saturados que contiene el aceite de oliva y algunos frutos secos al igual que espinaca, el apio, las paltas o aguacates, y las zanahorias ricas en nitratos inorgánicos y nitritos, producto de la oxidación del nitrógeno.
Estos ácidos grasos parecen inhibir una enzima conocida como epóxido hidrolasa soluble, que regula la presión arterial, según el artículo publicado en la revista estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences.
“Los resultados de nuestro estudio ayudan a explicar por qué trabajos anteriores mostraron que una dieta mediterránea combinada con aceite de oliva extra virgen o nueces puede disminuir la incidencia de problemas cardiovasculares”, dijo el coautor Philip Eaton profesor de bioquímica cardiovascular del King’s College de Londres.
Mientras la mayoría de los expertos concuerdan en que la dieta mediterránea — que consiste en comer muchos vegetales, pescado, granos, vino tinto y nueces y aceite — trae beneficios para la salud, hubo hasta ahora poco consenso sobre cómo y por qué.