Físicos:
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1.- Medita. No te mediques: Evita el uso excesivo de drogas, alcohol, cigarrillos o café y resiste relajar tus emociones con chocolate. Solo terminarás sintiéndote peor contigo mismo. En tiempos difíciles una copa de licor o un pote de helado pueden ser tentadores, pero te verás peor frente al espejo y solo irás en picada. Prueba con sentarte en el sillón, practicar Yoga o técnicas de respiración.
2.- Come sanamente y no te descuides: Tu cuerpo no puede funcionar apropiadamente sin una apropiada alimentación. No dejes de comer cuando te sientes triste. Es como flagelarse.
3.- Date un tiempo para dormir largo y tendido: no hay nada mejor que dormir bien para reparar el cuerpo y el alma. Prueba con leer periódicos en la cama, o escribe lo que te hace sentir ansioso en un papel e imagina que haciéndolo se quedan en el papel. Repite mientras escribes: “Te dejo de lado y te dejo ir. Me doy permiso para dormir placenteramente”.
4.- Ejercítate: la falta de placer luego de un rompimiento genera ausencia de endorfinas que nos hacen sentir miserables. El ejercicio aumenta tus niveles de endorfinas. Únete a un nuevo gimnasio, únete a un grupo de ejercicios. No hay excusa para no mantener un buen cuerpo y cuidar la salud.
Emocionales:
5.- Siente tus sentimientos: No los reprimas ni te hagas de la vista gorda. Son tus propios sentimientos. No podrás huir de ellos. Deja las lágrimas fluir y la ira recorrer tu cuerpo. Prueba escribir todo. Lo mejor de todo es que inicies un diálogo sincero contigo mismo.
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6.- Rodéate de sonrisas y buenas vibras: Hazte un tiempo para actividades que te animen y nutran tu autoestima. Toma una taza de café con tus amigos o sal a pasear a los chicos. Estate seguro de rodearte de gente que estás seguro que te arrancará una sonrisa de vez en cuando.
Mentales
7.- Deja de obsesionarte: Repítete a ti misma “DETENTE”. Esos sentimientos de querer volver a él o ella deben detenerse en el acto. O esos sentimientos de culpa o querer dar tu brazo a torcer deben parar…AHORA. Repítelo a diario.
8.- Date vacaciones de ’60 segundos’: Tener pensamientos relajantes y verbalizarlos ayuda a sobrellevar el dolor y libera tu ansiedad. Toma un gran respiro y repite: “Estoy bien, estoy calmado, puedo manejar esto”.
Espirituales:
9.- La gratitud es reparadora: ¿Has notado que es muy difícil sentirse deprimido y agradecido al mismo tiempo? La gratitud puede transformar el dolor en amor y dar paz a tu caos emocional. Recuérdate siempre las cosas por las que estás agredecido a la vida.
10.- Da a los demás: Estudios han revelado que las personas más felices son las que dan más a los demás.