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EL MÁS MACHO DE LOS MACHOS Entre los años treinta y cincuenta, las mujeres preferían a los hombres maduros y fuertes, aquellos que nunca lloraban.
El primer prototipo del hombre fuerte cinematográfico fue el actor estadounidense John Wayne, viril hasta el tuétano y galante con las damas. No había enemigo que pudiera enfrentarlo y, además, siempre tomaba la decisión correcta. Wayne era visto como el esposo ideal, el hombre que hacía lo que debía hacer, como le gustaba repetir a él mismo. E incluso su lápida tiene escrito ‘Aquí yace John Wayne. Feo, fuerte y formal’.
En los años cincuenta, la imagen del hombre duro continuó a través de Marlon Brando, pero a diferencia de Wayne, él sí era un ícono sexual y no solo un ideal de esposo. Brando no tenía reparos en lucir sus músculos en camisetas llenas de sudor. Era el chico malo que todas querían en su cama (aunque en esas épocas pocas lo reconocieran).
UN RUDO QUE SABE LLORAR Las películas y la muerte de James Dean marcaron a toda una generación. Incluso hoy se puede encontrar a jovencitas de veintitantos años que adornan sus cuartos con un póster del guapo James fumando un cigarro.
Los personajes de Dean, al igual que los de sus predecesores, mostraban rasgos de rudeza, pero también eran hombres sensibles y conflictuados.
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James Dean sí podía llorar, y todas las mujeres del mundo estaban dispuestas a consolarlo. No tenía músculos escandalosos, más bien escondía su cuerpo bajo una casaca de cuero.
Su estilo continuó hasta los noventa con actores como Johnny Depp y River Phoenix.
Dean no era un chico malo como Brando, era simplemente un ‘rebelde sin causa’.
EL METROSEXUAL En el 2000, las mujeres comenzaron a exigir hombres menos conflictuados y mucho más pulcros. Pedían que se depilen las cejas, que se hagan la pedicure y la manicure. Que vayan al gimnasio todos los días y que tengan un cabello perfecto. ¿Por qué? Pues una de las razones fue el futbolista inglés David Beckham, quien comenzó a preocuparse cada vez más por su imagen luego de empezar una relación amorosa con ‘Posh Spice’ (ahora la señora Victoria Beckham).
Fue a raíz de hombres como Beckham que las mujeres comenzaron a valorar más a los chicos que se pasaban horas frente al espejo, escogiendo un atuendo o haciéndose un peinado llamativo y lleno de gel.
ES MI NIÑO BONITO En los últimos años, el metrosexual ha evolucionado y ha realizado una extraña conjunción con ‘el rebelde sin causa’. De esta suma nacen los ‘niños bonitos’. Son chicos delgados y con rasgos delicados; incluso andróginos.
Algunos fuman, mientras que otros muestran un rostro duro en las sesiones fotógraficas, pero todo esto solo suele formar parte de un elaborado producto de marketing.
No obstante, dos de sus representantes, Robert Pattinson y Justin Bieber (quien mañana cumple 18 años), gozan de harta popularidad entre las más jóvenes.
Las más grandes tienen como favorito al británico Jude Law, quien parece haber inspirado los muñequitos que adornan las tortas de las bodas.
EL NEOSEXUAL Y así llegamos al final de la lista, o más bien volvemos al inicio. Junto a la preferencia por los ‘niños bonitos’, convive un amplio grupo de mujeres que ahora busca hombres viriles y maduros, pero que a diferencia de los personajes de John Wayne, tengan la capacidad de expresar sus emociones.
Al parecer, el sexo femenino está en busca de una masculinidad ‘evolucionada’ con aspectos más rústicos. Y esto no solo sucede en América Latina, ya que la encuesta de Axe se realizó en 14 países, entre los que figuran Francia y Filipinas.
El actor español Javier Bardem y los estadounidenses George Clooney y Robert Downey Jr. son claros ejemplos de esta nueva clasificación, que cada vez convence a más y más mujeres. Después de todo, ¿quién podría decirle que no a uno de estos hombres?