1. Come cantidades pequeñas y frecuentes de alimentos. Tu cuerpo necesita alimentos para proporcionar energía, reparar el tejido muscular, y para llevar a cabo otras funciones, pero sólo hay algunos nutrientes que se pueden extraer de cada comida. Las grandes comidas significan más nutrientes que tu cuerpo puede manejar, causando así el «efecto desbordamiento». Por lo tanto, al comer cantidades más pequeñas y frecuentes de comidas, ellos proporcionan sólo la cantidad correcta de nutrientes cada pocas horas, sin que causen efecto desbordamiento. También controla los niveles de azúcar en la sangre, manteniendo así el apetito y los niveles de energía en el control.
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2. No te saltes las comidas. Saltarse las comidas y pasar mucho tiempo sin alimentos puede causarte más ganas de comer los antojos irresistibles. Para empezar, no te salte el desayuno. Es la comida más importante del día ya que ayuda va a reponer todos los nutrientes que se pierden durante toda la noche rápidamente
3. Come verduras. Las verduras son sanas y contienen los nutrientes que pueden impulsar tu salud. También son ricos en fibra, las cuales son ideales para controlar las ganas de comer. Algunas verduras, como brócoli, coliflor, espinaca y hongos, contienen mucha fibra y tienen una insignificante cantidad de calorías. Ellos pueden llenar su estómago y controlar sus ganas de comer, mientras que solo ingiere una pequeña cantidad de calorías.
4. Come más granos enteros y menos carbohidratos refinados. Los granos enteros, además de ser más saludable también son más altos en fibra, por consiguiente, sentirás tu estómago más lleno y te sentirás más satisfecha.
5. Come despacio. Comer demasiado rápido puede hacer que comas más allá del punto de saciedad sin que ni siquiera te des cuenta.
6. Duerme lo necesario y elimina kilos. Los estudios han encontrado que las personas que duermen sólo cinco horas cada noche tienen un 50% más probabilidades de ser obesos que aquellos que duermen de siete a nueve horas. Investigadores creen que la falta de sueño afecta a las hormonas relacionadas con el apetito, provocando el aumento de peso.
7. Toma más agua. El agua es lo más saludable, económico y disponible. La sed es a menudo confundido con las ganas de comer. Además, los alimentos con alto contenido de agua te pueden satisfacer fácilmente. Ellos, naturalmente, contienen menos calorías. Mezcle una ensalada de lechuga, pepinos, apio y tomates, frutas o un zumo de sandía, frutillas rebanadas con naranja y podrá satisfacer las ganas de comer en la merienda.