‘Las vacaciones no siempre son el momento indicado para mejorar la vida sexual de las parejas. En Sudamérica suele haber un estilo de familias que llamamos indiferenciadas y que reúnen una serie de características, entre las cuales están la baja o nula diferenciación con respecto a los padres y suegros. Esto suele traducirse en vacaciones grupales, con toda la familia extendida lo que lleva a una baja intimidad, ya sea porque el espacio físico no alcanza o porque este tipo de familia suele tener una baja proximidad sexual’, explica Michelle Thomas.
Por eso, la psicóloga y directora académica del Centro de estudios de la sexualidad en Chile, Michelle Thomas, entrega la siguiente guía:
- En este oasis que es el verano la pareja debe proponerse fundamentalmente descansar, reponer energías gastadas en el año laboral. Luego de eso distraerse y divertirse. Pero estas instancias no implican desbandarse o desorganizarse, sino todo lo contrario. Las vacaciones deben programarse y coordinarse en una organización que incluya la improvisación y lo espontáneo y en donde la colaboración del grupo familiar es fundamental.
- Los padres deben estar atentos a poner ciertas reglas a los hijos en relación a horarios, tiempo de diversión, tiempo de sol y con quien relacionarse, entre otros. Deben buscar espacios de salida solos sin los hijos y limitar el tiempo que vacacionan con los enamorados de los hijos. Además, deben repartir la carga de trabajo que implica una casa de veraneo con los hijos u otros veraneantes. No deben asumir todo el peso del funcionamiento de este lugar. El varón deberá estar atento y decidido a evitar sobrecargar a su esposa con las labores del hogar, pensar en ella para que en la noche las energías alcancen para el sexo. Una mujer que es entendida y que saben pensar en ella será siempre una mujer con más disponibilidad al sexo y a la intimidad.
- Como conclusión de todo lo señalado anteriormente, lo más importante es que nunca deben olvidar que lo primero es descansar. Las vacaciones no son la instancia para hacer todo lo que en el año no se hizo, menos en lo sexual. Se deben bajar las expectativas y manejar adecuadamente la ansiedad de desempeño. Suelen jugar en contra el cansancio, los trasnoches, el alcohol en exceso y la comida abundante y pesada. Son buenos aliados el descanso, el sueño reparador, el tiempo compartido con la pareja, la colaboración mutua, la vida sana y una alimentación equilibrada. Mantener un horario en los niños (comidas, levantadas, hora de dormir, etc.) les permite organizar mejor el tiempo a la pareja para pasar juntos y facilita la vuelta a clases.