Desde hace dos décadas, la tailandesa Khemmikka Na Songkhla (44) viene aplicando un método que hace crecer los senos de las mujeres mediante bofetadas. La polémica técnica la aprendió de su abuela, quien le enseñó cómo endurecer los pechos luego de la lactancia. También puede hacer lo mismo con la cara y las nalgas.
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Por otro lado, hay quienes dudan del método. Como explica Gizmodo.com, los tejidos de la piel podrían ser endurecidos solo momentáneamente, a menos que se prolongue las sesiones.
Según informó Oddity Central, Khemmikka está cobrando desde 165,000 a 300,000 dólares para el curso de abofetadas.
En el 2003, el Departamento de Salud de Tailandia declaró su ténica como alternativa oficial de la cirugía plástica. Sus clientes dicen que en pocas sesiones sus senos pueden aumentar dos pulgadas.