Hoy, como especie humana, nos vemos enfrentados ante un enemigo invisible, silencioso y egoísta, y no me refiero precisamente al coronavirus, sino que a la falta de consciencia. Hoy más que nunca dependemos los unos de los otros para hacer frente a una situación que nos ha quitado nuestra rutina, nos ha obligado a encerrarnos en nuestras casas e, incluso, nos ha privado de poder abrazar y besar a parte de nuestros seres más queridos.
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¿Y cómo podemos darnos cuenta si padecemos de esto llamado ‘falta de consciencia’? Pues para comenzar es necesario aprender respecto del propio término, pues conciencia y consciencia no son lo mismo. En términos generales, la conciencia es la capacidad para reconocer las distinciones entre el bien y el mal, la coherencia moral y la consecuencia ética. En cambio, la consciencia, es la capacidad del ser humano para percibir la realidad y reconocerse en ella, es decir, tomar consciencia de sí mismo, de la situación, de los propios actos y reflexiones.
Detente un minuto. Si existiera un test para pesquisar la falta de consciencia ¿qué resultado arrojaría? Tal vez hoy es más clara la respuesta, pues desde hace tiempo que hemos venido sembrando individualismo, irresponsabilidad, egocentrismo, consumismo y otros aspectos negativos más, que hoy más que nunca nos ponen en riesgo a todos. Vemos día a día en los noticiarios a personas que creen que la cuarentena es para salir a hacer deporte, ir de compras o incluso salir a pasear; o cuando vemos los carros de compras repletos de jabón o sanitizantes, dejando sin estos productos a muchas personas. Todos los días recibimos cifras alarmantes, pero el ego es tan alto que aún muchos se creen invencibles a este virus.
Hoy, en que nuestras acciones, son la clave para detener el avance de esta enfermedad, es fundamental que practiquemos la meditación diaria, la introspección y el autoanálisis, para que actuemos siempre por el bien mayor. Te aconsejo que pongas en práctica una sencilla técnica que es la estimulación de los puntos neurovasculares frontales, que permitirá mejorar la circulación sanguínea hacia tus lóbulos frontales, zona clave en la toma de decisiones, lo que generará un efecto armonizador sobre la energía de éstos. De hecho, de forma instintiva cuando experimentamos un susto o desbordamiento nuestra reacción suele ser llevar la mano a la frente activando de esta manera la recuperación. ¡Nuestro cuerpo es sabio!
Un suave contacto en estos puntos, que están ubicados en la frente bajo la línea del cabello, te permitirá pensar en nuevas soluciones o estrategias y de esta manera decidir cómo quieres actuar siendo plenamente consciente. Mantén la estimulación por 2 a 3 minutos, estando sentado y con los ojos cerrados, mientras respiras suavemente. La práctica de esta técnica te va a ser muy útil para enfrentar la situación del coronavirus, por eso realízalo diariamente y enséñaselo a cuantas personas conozcas. Recuerda que pequeñas acciones generan grandes cambios, y qué mejor si se trata de algo tan sencillo que nos permitirá vibrar en una frecuencia más alta. Tu familia, tu país y el mundo entero, te lo agradecerán.
Te dejamos un abrazo virtual gigante y elevemos nuestras consciencias para combatir desde lo más profundo este tremendo desafío para la especie humana.
Te dejamos un abrazo gigante, ¡hasta la próxima semana!
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Lissette Castro (@lissettecastro.kine) y Maite Jiménez (@maitejimenezr)
FLUYE Coaching & Wellness (@fluyechile)
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